martes, 19 de febrero de 2013

El caso Genie, "La niña salvaje"


pesar de las numerosas investigaciones que se han realizado a lo largo de los años sobre la psicología, todavía existe un gran debate entre la herencia y el ambiente, donde se deja de entredicho bastantes preguntas sin contestar: ¿Qué es lo que marca el desarrollo de un niño?, ¿se trata de componentes genéticos o de influencia cultural? Es decir, una contraposición entre la influencia del ambiente respecto a la maduración.

El caso de Genie fue considerado como el descubrimiento más importante de la neurociencia, y rápidamente provocó una gran fascinación social que recorrió todos los medios. En él se demostró que el ser humano no sólo se basta de su componente genético (herencia o maduración) para su desarrollo, sino que también necesita del ambiente, de la exposición del niño a la sociedad. Se demostró pues, las múltiples repercusiones que tiene el ser humano si se le aisla socialmente. Científicamente, el caso de Genie permitió investigar sobre dicho debate entre herencia-ambiente.

Esta niña fue forzada por sus padres a vivir apartada del mundo, sin exposición alguna al ambiente que nos rodea, privándola de la capacidad social, el lenguaje y todo lo que esto conlleva. Pero aún más, se le privó de su libertad. Había estado separada de la sociedad, un hecho irreparable. Por encima de cualquier otro derecho, está el derecho a la protección de la persona, no obstante, este aspecto no solo fue descuidado por sus padres, sino que después de haber estado encerrada durante su infancia, tampoco se tuvo en cuenta la integridad de la persona, sino que se priorizó el éxito profesional al querer realizar con ella múltiples estudios e investigaciones. Se habían olvidado del bienestar de Genie, una historia tan cruel como real.El caso de Genie se conoce también como el “experimento prohibido” puesto que no es éticamente moral que un ser humano sea limitado únicamente con la finalidad de investigar.


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